Aquí tengo tus lentes
amor cósmico
dulce palpitación de azúcar morena
despeinada descorazonada
que duele en cada punzada
al coserte el alma con el hilo que
la araña escondida en tu garganta
me regala de tus gritos en
los que caen, vacíos, tristes
querubines que lloran descontrolados la
muerte del amor en sus flechas
en sus manos divinizadas por estruendos
fugaces que decrecen en las mañanas
pero regresas de la aurora
sombra
alcanza el cielo y divide todo lo que
tengas, tus gemidos en cachorros que
lamentan haber sido paridos.
No llores más
gran pantera negra.
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