domingo, 3 de abril de 2016

Microrrelato #1



Ana tenía la costumbre de asociar a la lluvia con grandes orquestas. Mucha gente la consideraba loca por, en grandes aguaceros, bailar intensamente mientras tarareaba canciones al ritmo de su baile frenético. Lo que la gente no sabía es que no es de locos imaginarse música, sino de cuerdos no poder escuchar más allá del simple ruido del agua estrellándose contra el suelo.

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