Te escribo sin saber por qué la lluvia parece ser más fuerte durante la noche que el día, ¿o será que hay tanto ruido que no distingo su sonido real, sus verdaderos silencios? No te puedo decir que la esté pasando de maravilla, aunque en este instante estoy rodeado de marihuana, cocaína y ron; bueno, también heroína y estaba pensando en prepararme un speedball mientras te escribo esta carta.
Los viajes se vuelven más pesados a cada paso, nota y canto que doy día a día; creo que la música está muriendo un poco más dentro de mi y me empuja hacia los paraísos artificiales violados por mi desenfrenado abuso continuo para poder ser superior a todo a través de la embriaguez. (Terminé de mezclar la cocaína y la heroína, será un viaje muy fuerte, lo sé)
Tengo miedo, ¿sabes? Miedo de perderme en océanos de mediocridad por mi estúpida manía de no saber llevar bien mi vida. Nuevamente estoy por viajar a Europa, concierto en Suecia, veamos que sucede con el pago. (Listo) No sé si esto de los viajes y la música esté asociado con mi intento por salir de todo rápidamente, como una puñalada, pero que duele casi igual a una también.
Continúo viendo una de tus fotografías. Está arrimada contra mi trompeta sobre esta mesita de noche sobre la que te escribo y me drogo. (Sí, esa explosión del speedball ya comenzó) Siempre supe que me salvabas de muchas formas, ¿sabes?
Solo que nunca te lo dije por idiota, por yonki (¡y aún así te escribo!), por cobarde y por temor de que al amarte más de lo que debía, me perdiera y te perdiera, y yo hecho un mar de sentimientos angustiosos por una bruja (recuerda su significado original) que me rescató la vulnerabilidad del amor en una sonrisa/conjuro.
Tu fotografía significa para mi lo que para tus pies el camino: libertad. Y me llevas a ella cada instante que te vivo en la realidad y te recuerdo en mis infiernos como única salvación.
Veamos que pasa ahora que viajo dentro mío y fuera tuyo.
Te quiere desde sus tripas/corazón,
Chet Cassidy
No hay comentarios:
Publicar un comentario