Las pupilas oscilan
como un péndulo de lado a lado
Buscan un equilibrio
Cortan entre cada
movimiento una a una las vendas que las cegaban
Como una tijera
gigante que se avecina a la lengua más próxima para cortarle de tajo su mentira
Y las pupilas se
convierten en miles de visiones en la oscuridad que te abrazan para no soltarte
Y te fundes en el
espacio y transitas por agujeros negros que te llevan de tu recuerdo a la
amnesia en segundos
El tiempo en tus manos
(yo, en tus brazos)
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