Nadie sabe que el final está cerca, aún cuando todos vivimos a las puertas del infierno. Parecía el mismo juego de siempre hasta que en realidad el chiste dejó de ser gracioso, y lo particular es que se replica la misma mierda en otros lados, y nos vamos hundiendo más en el inevitable juego de siempre: placebos de estupidez de vez en cuando para mantenernos sedados e inconscientes, máquinas al servicio del mejor postor, autómatas con estigmas que se ven complacidos en la totalidad de su ignorancia y la de los demás. Hablaré de la réplica en mi plano de realidad, sujeto a mi propio mandato y, por lo tanto, a mis reproducciones infinitas de egoísmo. Juzgue en mi lugar.
Democracia es la palabra más esperanzadora para los tontos y tontas que aún creen que este mundo va por el buen camino, el de la antigua insignia de una revolución que se continúa admirando como las plumas de un pavo real: igualdad, fraternidad, libertad. Caminamos sobre una cuerda floja en la que la mejor opción sería lanzarse al vacío para poder despertar del aletargamiento y la linealidad de una sola visión de futuro. The future is unwritten; oh, Joe Strummer, you knew this before us, the raunchy stupid creations of a selfish, dreadful and unholy bastard. ¿No hay más opciones para suicidarse que el voto?
De acuerdo, recapitulemos. En mi realidad, que al igual que la tuya no es más que el producto de una genialidad llamada imaginación que se traduce en la ficción que ves todos los días en el espejo, existen tres opciones de suicidio, que trataré de nombrar o, por lo menos, de retratarlas fielmente (si es que algo parecido a la fidelidad, que no sea musical, existiese).
Mi nación es pequeña. No pasa de los ocho niveles para adecuar a todos los monstruos (sí, me incluyo) que tratan de adecuarse a ella para exprimirla lo mejor posible para su propio provecho, eso sí, sin jamás pensar en: ¿por qué está tan podrida esta nación? ¿Nombre? Ocfas. Ocfas es territorio de nadie, si se habla de su infraestructura; su gobierno podría entrar en la categoría de: pasivo. Quienes se convierten en nuevos ciudadanos deben pasar por una serie de filtros: resistencia a la apatía de sus funcionarios públicos (sanguijuelas, sí, sanguijuelas que no pueden salir de su tanque de agua), amor por el canibalismo (en Ocfas es necesario saber a quien devorar y porqué), creación de una máscara (a diferencia de su función de misterio, la máscara que se adquiere en Ocfas es una "políticamente correcta" que verdaderamente está construida por dos elementos: hipocresía y silencio, porque si algo caracteriza a la gran mayoría de ciudadanos es el silencio debido a la tiranía invisible de sus altos mandos (sus cerebros, uno de ellos)), creación de un disfraz (con el propósito de engalanarse en la gran mascarada), y un último elemento altamente contagioso: las ganas de ser igual a los demás.
Al igual que en toda nación sobre la faz de este planeta, Ocfas recurre a las elecciones electorales como medio de que todos sus ciudadanos se encuentren representados en una entidad que no los representa en lo absoluto. Para estas elecciones, a diferencia de EEUU, no se recurrirá al ya consolidado sistema bipartidista, sino a tres opciones de voto:
1. EGO: partido sostenido por un elemento en común muy interesante: los premios. Todos sus candidatos son ganadores, porque, ¿a quién no le agradan los ganadores? El pasado es algo que los sostiene en su carrera por obtener un puesto en la SOA (Sociedad Organizada Anónima). A EGO pertenecen los ciudadanos característicos por su normalidad, y a esto me refiero a su actitud y estética. Contarán con su voto quienes deseen homogenizar Ocfas.
2. NOSOTROS: este partido es un caso especial. Es una mezcla interesante entre "elementos subersivos", sus panas, y los panas de sus panas. Caritas familiares para que el sentimiento de unión parezca un poco creíble. Actitud integradora: alumnos ejemplares y antiguos desadaptados en proceso de institucionalización y normatividad. A NOSOTROS pertenecen los ciudadanos con síndrome de Estocolmo. Contarán con su voto quienes sean panas de los panas de los panas que acolitaron a entrar a NOSOTROS.
3. PASADO: partido que "renueva" (sin albur) a sus miembros para continuar en la SOA. En su estadía en la SOA de Ocfas lograron varias fiestas que alimentaron la amnesia de los ciudadanos. A PASADO pertenecen los ciudadanos que quieren hacer política para que los dos partidos antes mencionados no ganen. Contarán con su voto quienes verdaderamente sean neonatos en el arte supremo de meter el dedo (por el culo) también llamado "política".
A pesar de no tener un sistema de elecciones bipartidistas, sabemos que las tres opciones son fieles a su sentido de democracia sinónimo de "valeverguismo" (palabra acuñada por los ciudadanos de Ocfas para denotar apatía hacia el futuro) que sabrá encontrar, a través de música y eventos (las propuestas, para lueguito) los métodos necesarios para que los ciudadanos de Ocfas respondan al ya conocido: pan y circo (en este caso, trago y fiesta, que a todos y todos, (me incluyo) dentro de esta nación, gusta).
En estos casos, me sumo al silencio (característica de un buen ciudadano de Ocfas). La representatividad es autónoma, sin que existan intermediarios de por medio. ¿Tanto nos cuesta poder decir: SOY CAPAZ, sin tanta mierda burocrática de por medio? Si no me encentro representado, a pesar de todo, haré lo posible por no sumergirme más en el pozo sin fondo que la democracia representa y empezar, con la ayuda de unos pocos buenos amigos, un cambio. Sí, es una idea muy descabellada empezar a depender por uno mismo, pero el primer paso es despertar, romper la máscara, quitarse el disfraz, y demostrar a los demás que no se necesitan de banderas para poder luchar. Sense of self reflection and compassion for others, that's the key. Que no te suene tan descabellada la palabra anarquía, porque resulta ser el último refugio de la comunidad, de la organización y de la verdadera libertad. Nada más que decir desde el subsuelo.
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