domingo, 7 de agosto de 2016

¿Se poguea o se tripea con Da Pawn? (ejercicio de testimonio)

Desde La Oficina...
"Pegaraste un ácido y escucha a Da Pawn" fue lo primero le escuché decir a uno de mis panas de Radio Office antes de que el concierto comenzara. Es el VAQ; aquí, a parte de la buena música, lo que sobran son alcohol y drogas (léase esto sin ánimo de curuchupadas o de juicios de moralidad pendejos) aunque los controles para evitar la entrada de estos paraísos artificiales son "muy estrictos", (visión: chapas metropolitanos jodiendo a vendedores ambulantes que sólo quieren trabajar) así que, un buen trip jamás faltará. El escenario "Lo Urbano", se convierte en "lo quiteño". Jamás pensé ver a tanta gente "diferente" (cosa rara de decir siendo yo parte de un grupo determinado de anormales) mezclada entre otros tantos quienes nos sentíamos dueños de los espacios de conciertos al aire libre (rockeros, metaleros, punkeros...) pues resulta que no sólo "Lo Urbano" es "lo raro" sino que es sinónimo de goce colectivo independientemente de cualquier adicción, afiliación o pertenencia.
Son las 16h50, estoy dentro de la multitud justo detrás de mi amigo Felipe que está filmando el evento; con la libreta de mi pana Jhon y un esfero empiezo a realizar algunas anotaciones, lo que naturalmente provoca la reacción de algunas personas con su mirada clavada en la libreta porque, ¿quién se pone a escribir en un concierto? Lo primero que logro anotar es parte de la introducción que acaban de leer y algunas ideas sueltas: el vocalista, Mauro Samaniego, tiene la pinta, durante el concierto, de Sergio Pizzorno, guitarrista de Kasabian, pero también recordando, por alguna razón (no, todavía no estaba tripeando) a Buddy Holly, Ritchie Valens y Jim Morrison. Su sonido me transportó a todos esos recuerdos; regreso al "one hit wonder" estadounidense, pero con la particularidad de no caer en el olvido. Trato de impedirme escribir poemas por recelo a lo que pueda salir con algo experimental y nuevo, ya saben, como el descoque: territorio virgen....extra virgen en realidad si me pongo a pensarlo más. No pregunto el nombre de las canciones por...por pendejo y miedoso. Escribo cuatro poemas con la música de Da Pawn:
- Ánimos pausados en un solo eco
  la voz que convierte lo irresistible
  en una cadena rota
  muerto el tabú: viva el olvido.
- Descripciones
  Freakshow multitudinario
  aroma a hierba mientras suena
  un groove pausado
  heridas cicatrizadas en música
  no existe más violencia que el amor escondido
  no es necesario nada más que el inconsciente
  solo de guitarra en outfit setentero.
- La obsesión de ser visto
   reconocido de alguna forma externa
   celulares sinónimo de falsa vida
   recuerdos oxidados en memoria externa
   años en caminos divididos
   de arterias congestionadas
   de mal aire
   el que respiro y el que me dan.
- (Verano en coma)
   Anticipación de lágrimas
  ¿o se le llama simplemente recuerdo?
  tensión
  olvido en el instante en el que el viaje inicia
  beso multitudinario
  juventud decrépita y desmemoriada
  el segundo es la representación de lo efímero
  el verano gana espacio en mi coma existencial
  ritmo groovie
  a tono con mi melancolía 
  funky
  lonely
  how I might be blue in this yellow summer?
Después de haber disfrutado de su canción, Verano en coma, ocurre algo muy extraño. Casi al finalizar el concierto (y no puedo darles el nombre de la canción porque todavía continuo descubriendo a Da Pawn), guambras de entre 14 y 17 años arman "el pogo más pendejo de la vida". "Qué ridiculez estos manes lo que vienen hacer...", "Qué huevada estos giles que no dejan tripear la música tranquila"..."Qué cague estos manes...¿quién poguea con Da Pawn?" son algunas de las frases que logre transcribir en la libreta mientras me mataba de la risa con mi pana Santi (ambos tripeando hierba) al lado del supuesto pogo. Y es que, ahí reside una pregunta importantísima, que inclusive Radio Office realizó al bajista de la banda: ¿se poguea o se tripea con Da Pawn? A lo que el bajista contestó: "Chuta, las ganas de pogear."
18h00 termina el concierto de Da Pawn y el pogo más pendejo de la vida. Preparándose para las 19h30 porque canta Héctor Napolitano. Porros, guanchacas y chocolates cósmicos me preparan para la siguiente parada musical en el VAQ 2016.

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