viernes, 19 de agosto de 2016

Diálogos en la cama

- La cicatriz que tiene la pared se parece a la línea costera oeste de México, ¿sabes?
- ¿Y sabes dónde se encontraría el interruptor?
- Sí, entre el límite de Sinaloa y Sonora. Muerte y desierto.
- Pero, hay luz, ¿no es así?
- A veces. Pero es fácil de apagarla. Como un interruptor.
- ¿Y tus cicatrices?
- ¿Las mías? Limitan entre la memoria y la euforia.
- ¿Y las mías?
- Aún no lo sé. No sé cuanto daño pueda causarte.
- ¿Y todo mi futuro tiene que ver contigo?
- No. Pero tu presente está condicionado por mi recuerdo, y, por tu respuesta, sé que ya estoy causando algunas heridas.
- ¿Por qué estás tan segura?
- Por tus preguntas. Por el tono de tu voz. Por cómo me estás abrazando en este instante esperando a que jamás me vaya de tu lado. Por como ya te nacen algunas lágrimas.
- ¿Me quieres dar un beso?
- Después de todo lo que te he dicho, ¿aún me quieres?
- Quizás ya no como hace unos segundos atrás, pero quiero que sepas que yo también puedo dejar cicatrices.

No hay comentarios:

Publicar un comentario