domingo, 24 de julio de 2016

Absurdo: diálogos internos

Yo tampoco me he permitido pensarme libre, pero libre sinónimo de totalidad, plenitud, equilibrado. Jamás creí que esas cuestiones, realmente esenciales e importantes, fueran un territorio yermo, simplemente me añadí más metros a la posibilidad de caminar hacia algo imposiblemente ideal; acercándose a terreno virgen y desconocido, totalmente decidido a lograr llegar hasta el tramo en el que la piedra ruede nuevamente hacia el final de la colina y deba bajar a recogerla con una sonrisa burlona hacia los dioses: mi absurdo. Además, ¿por qué debería temerle a estados a los que, aunque imposibles, pueda llegar a obtenerlos, entenderlos y, quizás, poder materializarlos de alguna forma, llámese música, literatura, arte...extensiones de la imaginación humanas que nos han permitido vivir un poco menos miserables?

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