Tengo
un mensaje para el mundo, así que escúchenlo, es breve.
Como
Malcolm X dijo: “No daré la otra mejilla”.
Fragmento
de la canción Proud to be black de
Run DMC
Mientras Martin Luther King Jr.
abogaba por una lucha pacífica -combinado con elementos del protestantismo
cristiano propio de King- debido a que era el pastor de una iglesia baptista,
lo cual significaba el apoyo de la enorme mayoría creyente de los Estados
Unidos, otro gran afro estadounidense, Malcolm X, hablaba desde lo profundo del
coraje negro enraizado desde la época de la esclavitud, desde la segregación,
desde la injusticia; además, representaba a una religión totalmente diferente y
poco aceptada en EEUU, hasta ahora: el islam. Mostró que la lucha por los
derechos civiles era una cuestión de defensa de la libertad, como lo dijo el
mismo Malcolm X “by any means necessary”,
de cualquier forma posible.
LOS INICIOS
Antes
de ser conocido como Malcolm X o El-Hajj Malik El-Shabazz, Malcolm Little tenía
una vida muy diferente a la que conocemos en los textos de historia del colegio
o de la universidad. Malcolm Little era un don nadie aferrado a la fútil
esperanza de convertirse en una persona reconocida en su pequeño círculo
gangster de mediados de los años cincuenta en el barrio de Harlem.
Era
un adicto a la cocaína y trataba en lo posible de poder “blanquearse”, es
decir, tratar de parecer un joven blanco norteamericano. Probablemente el mismo
Malcolm sabía que de una u otra forma, acabaría en la cárcel por hurto, drogas
y hasta por prostitución, puesto que en esa época ejercía como proxeneta.
Sintió de varias maneras, desde una
corta edad, la situación del negro estadounidense en “el hogar de los
valientes”: racismo, muerte, persecución, segregación, violencia. “Cuando mi
madre estaba embarazada de mí (…) un grupo de encapuchados jinetes del Ku Klux
Klan galoparon hasta nuestra casa en Omaha, Nebraska, una noche. Alrededor de
la casa, blandiendo sus escopetas y rifles, gritaron a mi padre para salir. Mi
madre fue al frente de la puerta y la abrió. De pie, donde podían ver a su
condición de embarazada, ella les dijo que ella estaba sola con sus tres hijos
pequeños, y que mi padre estaba ausente predicando, en Milwaukee. Los miembros
del Klan gritaron amenazas (…) porque “las buenas personas blancas cristianas”
no iban a aguantar los "problemas" de mi padre entre los "
buenos" negros de Omaha con la "vuelta a África ", predicada por
Marcus Garvey.” (Haley, 1965, pg.14)
La
situación de la familia de Malcolm X era un tanto complicada puesto que su
padre, Earl Little, pastor de una iglesia baptista, predicaba las ideas de
Marcus Garvey, “el hombre negro más controversial del mundo” (Haley, 1965,
pg.14) debido a sus ideas de pureza racial negra y a una vuelta definitiva de
todos los negros a su madre patria: África.
No
fue el islam el que aproximó a Malcolm X a su lucha por los derechos civiles de
los negros sino su pasado personal y familiar el que, canalizado a través de su
pertenencia a la Nación del Islam, impulsó a Malcolm X a combatir por los
derechos de los negros, aunque en un principio promulgó la total separación de
blancos y negros.
EL HERMANO MINISTRO MALCOLM X
En
1946, a los 21 años de edad, Malcolm Little es sentenciado a prisión en
Massachusetts por robo. Es en prisión donde Malcolm X se aproxima a las
enseñanzas del islam y opta por abandonar su antigua vida para encaminarse
hacia el Honorable Elijah Muhammad, líder de la Nación del Islam, a quien
Malcolm ve como el salvador de su vida; lee ferozmente día a día para recuperar
los años desperdiciados como delincuente y en 1952 sale en libertad.
Se
dirige hacia Detroit para trabajar junto con su líder, en ese entonces, para
lograr expandir la Nación. Dueño de una oratoria magistral, además de un
carisma abrumador y de una inteligencia excepcional, no tomaría mucho tiempo
para que el mismísimo Elijah Muhammad lo nombrara vocero de la Nación del Islam
para que se continuara transmitiendo las ideas que promulgaba y defendía su
organización: el nacionalismo negro y la separación racial.
Es
durante su época de afiliación a la Nación del Islam que Malcolm Little
abandona su apellido por considerarlo un nombre de esclavo y lo reemplaza por
la letra X, que en matemáticas representa lo desconocido, al igual que sus
ancestros africanos y el pasado que le fue robado debido a las circunstancias
históricas en las que creció y se desarrolló. A partir de ese instante, Malcolm
X se convertiría en una figura clave en la lucha por los derechos civiles de
los negros en Estados Unidos.
CONTEXTO SOCIAL
“El
día primero de diciembre de 1955, Rosa Parks, una negra veterana en la lucha
por los derechos civiles (…) fue arrestada en Montgomery, Alabama, por rehusar
ceder su asiento en el autobús a un pasajero blanco (…)” (Fontana, 2011, pp.
385-386) Este evento daría inicio a la lucha de casi una década por la
conquista de los derechos civiles de los afro estadounidenses.
Hay
que recordar que, aunque se hubiera abolido la esclavitud durante la Guerra de
Secesión en 1863, el racismo y el segregacionismo continuaba siendo una
realidad inherente a la sociedad estadounidense que todavía veía a los negros
como ciudadanos de “segunda clase”; se continuaban con prácticas falaces que
supuestamente aseguraban la sana convivencia entre “razas” como la división
total de blancos y negros en establecimientos públicos, escuelas, restaurantes…
Las
décadas de los años 50 y 60 resultarían ser el apogeo por la lucha contra el
racismo y el segregacionismo. El pastor baptista, Martin Luther Jr. conformaría la facción de manifestaciones no-violentas
al abogar por la desobediencia civil pacífica, empero “estas manifestaciones
pacíficas acababan con frecuencia con sus organizadores en la cárcel, como le
ocurrió en más de una ocasión al propio King, o exponían a los jóvenes negros
que participaban en ellas a una respuesta brutal de violencia (…)” (Fontana,
2011, pg. 386)
Claramente, Malcolm X veía
este tipo de actitudes como serviles ante una sociedad que no hizo más que
pisotear los derechos y la dignidad de los negros desde siempre. A diferencia
de King, Malcolm X propugnaba una revolución diferente en la que no se puede
dar “la otra mejilla” sino conquistar la total emancipación de los negros, así
sea por medio de la violencia, a cualquier costa.
LA RADICALIZACIÓN
A principios de
la década de los 60, Malcolm X aparece en la escena de la lucha por los
derechos civiles con un enfoque diferente al de King y que atraería a miles de
negros estadounidenses a la Nación del Islam cuyos miembros en 1952 no eran más
de 400 y que alcanzaron la suma de 40.000 gracias a los esfuerzos de Malcolm X
dentro de la Nación. Elijah Muhammad vería en Malcolm X a su hijo pródigo,
además de una herramienta muy útil para atraer miembros a su organización.
Malcolm
X hablaba de los blancos como “diablos”, y en cada discurso que dio durante su
estadía en la Nación del Islam atacó fervientemente a aquellos quienes
discrepaban respecto a sus ideas que abogaban por el nacionalismo negro, el uso
de la violencia como forma natural de defensa, y la alternativa del islam como
religión que vuelve a los negros más conscientes y fuertes tanto moral como
espiritualmente, eso sí, siempre anteponiendo la frase: “El honorable Elijah
Muhammad nos enseña…” recalcando que él, Malcolm X, era sólo un instrumento
para los fines de la Nación y su líder.
EL FANATISMO Y LA DESILUCIÓN
Malcolm X en realidad pensaba que
Elijah Muhammad era un apóstol enviado por el mismísimo Allah, por lo que
trabajó incansablemente en la construcción de nuevos templos para la nación, de
los cuales era líder de uno de ellos, el Templo Número 7 en Harlem. Jamás dudó
en una sola palabra salida de la boca de su líder e inclusive, como lo afirma
en su autobiografía, hubiera dado su vida por él. Fue tanto su fanatismo y
admiración por el líder de la Nación del Islam que fundó en 1960 el periódico Muhammad speaks, en el cual trató de
esparcir las ideas y pensamientos de su querido líder al público.
A medida que la Nación crecía, de la
misma manera crecían la envidia y los celos hacia Malcolm X debido a su
creciente popularidad entre los negros estadounidenses y a la cobertura
mediática que se le otorgaba a las declaraciones hechas por Malcolm X como
vocero de la Nación. Elijah Muhammad vio en Malcolm X un peligro para su
organización debido a los afanes de Malcolm X por “apoderarse de la Nación”,
“por tomar el crédito por las enseñanzas del Sr. Muhammad”, “por tratar de
construir un imperio para sí mismo”. (Haley, 1965, pg.183) Al principio,
Malcolm X pensaba que estas acusaciones eran simplemente pruebas de fe, pero
los medios opinarían diferente de su querido líder:
“Los Ángeles, Julio 3 (UPI)- Elijah
Muhammad, líder de 67 años del Movimiento Musulmán Negro, hoy enfrenta demandas
de paternidad de dos de sus antiguas secretarias (…) Ambas mujeres se
encuentran en sus veinte años” (Haley, 1965, pg. 186)
Estas
acusaciones, junto con la noticia de que el mismo Muhammad quebrantaba las
leyes que predicaba debido a los cargos por adulterio en su contra que el mismo
Malcolm X investigó y verificó, primero debido a las afirmaciones de su esposa,
la Dr. Betty Shabazz, y luego por las visitas que el mismo realizó a las
secretarias de Muhammad implicadas en el caso, ocasionaron el deslindamiento
del ministro Malcolm X de la Nación del Islam en marzo de 1964.
EPIFANÍA
Inmediatamente
después de deslindarse de la Nación del Islam, Malcolm X funda la Muslim Mosque
Inc.; realiza un viaje por África y Medio Oriente. Es en este viaje en el que
Malcolm X cambia radicalmente su forma de percibir a los seres humanos en
general.
El
viaje resultó ser a la vez un punto de inflexión política y espiritual en su
vida. Aprendió a colocar el movimiento de derechos civiles estadounidense en el
contexto de una lucha anticolonial mundial, abrazando el socialismo y el
panafricanismo. Malcolm X también hizo el Hajj, la peregrinación tradicional
musulmana a La Meca, Arabia Saudita, durante el cual se convirtió al Islam
tradicional y otra vez cambiado su nombre, esta vez a El-Hajj Malik El –
Shabazz.[1]
AUDUBON BALLROOM
El
popular lugar en Manhattan en el cual se podían organizar todo tipo de reuniones
fue el lugar elegido por Malcolm X para dirigirse a los miembros de su
comunidad la tarde del 21 de febrero de 1965. La Nación del Islam (NOI por sus
siglas en inglés), a lo largo de 1964, perturbó la vida de Malcolm X y de su
familia con constantes llamadas de amenazas y avisos de muerte; después de casi
un año, lograría su cometido final de manera estrepitosa. Al empezar su discurso con las palabras:
“As-salamu alyakum” (La paz esté contigo) tres hombres, miembros de la Nación
del Islam, se encargaron de armar alboroto en el Audubon Ballroom y fueron
quienes, de 15 tiros a quema ropa, asesinaron a Malcolm X.
Después
de su muerte, los medios se enfocaron primordialmente en como Malcolm X produjo
un discurso de odio y como su muerte era un producto de ello, a pesar de las
nuevas ideas que promulgaba desde su llegada a EEUU hace casi un año.
LEGADO
“Queremos libertad, justicia e
igualdad” escribió Malcolm X. “Queremos reconocimiento y respeto como seres
humanos.” Malcolm X fue claramente un producto de sus tiempos; representaba
tanto a los primeros intelectuales radicales negros así como a una figura de
transición entre la contracultura y los movimientos juveniles de finales de los
60 y principios de los 70. En efecto, el movimiento de los derechos civiles a
mediados de 1960 demandaría igualdad económica así como justicia social; académicos
y funcionarios federales intentaron desenredar los hilos de pobreza, raza y
género; la mayoría de estos estudios tuvieron como base los discursos de
Malcolm X. [2]
“No,
yo no soy norteamericano. Soy uno entre los veintidós millones de negros
víctimas de la democracia, que no es más que hipocresía enmascarada. (…) Yo
estoy hablando como víctima de este sistema norteamericano. Y veo a Estados
Unidos de Norteamérica con los ojos de la víctima. No veo ningún sueño
norteamericano; veo la pesadilla norteamericana.”[3]
Las diferentes muestras del odio
profundo de los blancos hacia los negros provocaban en Malcolm X una exaltación
llena de argumentos inteligentes y potentes que ponían al descubierto la
crueldad de la historia estadounidense y su hipocresía por encubrirla con una
supuesta democracia que verdaderamente jamás existió. No podía sentirse parte
de una nación que promulgaba la búsqueda de la felicidad mientras trataba a
gran parte de sus habitantes como, literalmente, seres inferiores.
“Cuando esté muerto –lo digo porque
sé que ya lo estaré cuando aparezca este libro- cuando esté muerto, lean bien
todos los periódicos. La prensa blanca identificará a Malcolm X con el “odio”.
Ya lo verán.” La advertencia de la manipulación mediática ya estaba advertida
desde un inicio por Malcolm X debido a que, verdaderamente, el enfoque siempre
fue hacia él como un extremista mas no como un defensor del pueblo negro
estadounidense. “Si muero habiendo aportado alguna luz, alguna partícula de
verdad, si muero habiendo contribuido a destruir el cáncer americano, todo el
mérito se debe a Allah. A mi atribúyanme sólo los errores.”[4]
VIGENCIA
¿Por qué Malcolm X continúa siendo
tan vigente hoy como lo fue hace 50 años? Simple: la necesidad de un modelo de
ser humano completo. Dejando a un lado la religión, debemos enfocarnos en la
verdadera lucha de Malcolm X desde 1952: el anti-colonialismo y la defensa por
la libertad, a toda costa. Sí, a toda costa. ¿Por qué temer al momento en el
que nos abraza la muerte? “Tiempo de mártires” diría Denzel Washington
interpretando los últimos minutos de vida de Malcolm X en el film homónimo de
Spike Lee de 1992, pues sabía muy bien que, antes de la vida de uno se debe
interponer el bien común y la felicidad colectiva, ideas cercanas al socialismo
que quizá muchas personas satanicen debido a la desviación que se le ha dado al
concepto como una actitud egoísta, mas
no como una actitud íntegra y ética del ser humano.
Pensemos en nuestros tiempos. La
violencia racial a negros y a personas de otras partes del mundo es inherente y
muy visible. Estados Unidos continúa sumergido en una profunda ola de racismo,
la cual está amparada por leyes que condenan al inocente y premian al
victimario. Los continuos asesinatos de jóvenes negros en Estados Unidos han
vuelto a traer a la memoria colectiva estadounidense los hechos ocurridos hace
más de medio siglo en el que en realidad la vida se juzgaba por la coloración
de la piel.
El segregacionismo es pan de cada día
en Europa donde refugiados sirios tratan de sobrevivir después de haber
escapado de su país, devastado y destruido gracias a la cooperación
estadounidense y a su delirio mesiánico de creer ser los salvadores del planeta
quienes, a través de la guerra, imparten democracia allí donde más se necesita
de ella.
Es necesario traer nuevamente a
nuestra mente las ideas de Malcolm X. La defensa de la libertad no sólo implica
la libertad individual, sino la libertad como comunidad humana, en el que los
derechos de un conjunto de seres humanos sean respetados y defendidos a
cualquier costo. Quizás suene igual de radical que Malcolm X o el Che Guevara
al decir que una revolución sin sangre, no es revolución. Lamentablemente la
naturaleza humana está fuertemente ligada a un sentido de protección muchas
veces a través de la violencia, pero si se lucha, que sea siempre por la causa
del oprimido.
Soy Malcolm X cuando pienso en la
fraternidad entre seres humanos; soy Malcolm X cuando lucho por aquellos a
quienes la historia ha olvidado; soy Malcolm X cuando grito libertad y la
defiendo; soy Malcolm X cuando devoro libros y me educo; soy Malcolm X cuando
pienso que las utopías no son del todo imposibles.
Bibliografía:
·
Alex
Haley, The Autobiography of Malcolm X, Toronto, The Random House Publishing
Group, 1965. (http://al-rasid.com/shared_uploads/The.Autobiography.of.MalcolmX.pdf)
·
Josep Fontana, “Las
revoluciones frustradas de los años setenta”, en Por el bien del Imperio, Barcelona, Pasado y Presente, 2011. pp.
374- 405
·
James
Tyner, The Geography of Malcolm X: Black Radicalism and the Remaking of
American Space, New York, Routledge, 2006.
·
Malcolm X, la azarosa vida del “anti
Martin Luther King”. Artículo publicado el 21 de febrero de 2015 en BBC Mundo.
·
Selección de autores, Malcolm X. Vida y
voz de un hombre negro, Navarra, Txalaparta Editorial, 1991. (http://www.bsolot.info/wp-content/pdf/Malcolm_X-Vida_y_voz_de_un_hombre_negro_Autobiografia_y_seleccion_de_discurdis.pdf)
·
http://www.biography.com/people/malcolm-x-9396195#break-with-elijah-muhammad
[2] Tyner,
pg. 2.
[3] Extracto del discurso “El voto o la
bala” pronunciado por Malcolm X el 3 de abril de 1964.
[4] Extracto de la última página de la
autobiografía de Malcolm X.
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