Debes de saber lo siguiente: mi miedo reside en ese lugar al que todo le es permitido, excepto superar el miedo en sí mismo: el corazón. No te menciono a la mente porque quizás sea sólo el carcelero: la jaula es el lugar que verdaderamente importa y donde en realidad se puede ser atrapado o liberado. Por eso te hablo del corazón, sin alusiones idílicas o románticas, como el escenario indicado para destruirse, renacer y repetir este procedimiento hasta nuestra finitud. Ahora, ¿cuál es mi miedo? Rara cosa de responder porque siento que adquiere nuevas presentaciones, máscaras y figuras. En algunas ocasiones mi miedo es mi guitarra, instrumento de salvación. ¿Por qué? Porque, aún siendo un objeto inanimado, mudo, sin conciencia..pero material, visible, palpable, existente...habla para mi a través de sus signos; cada mensaje oculto, cada voz que me obligaba a descuidarla por miedo al reproche, pero siempre intentando hasta el hartazgo el querer dominar el miedo a ser olvidado de otra forma más elevada: la música dentro de uno despierta y, casi siempre, las mejores orquestas quedan expuestas al solitario auditorio de uno contra uno, soliloquio amable y divertidísimo que recuerda una etapa infantil, cercana a la felicidad completa, si es que tal sentimiento se pudiera reproducir con anterioridad a la consciencia. En otras ocasiones es miedo a la ciega certeza de que todo puede ser mejor, tristemente mejor, indignantemente mejor, irremediablemente mejor. Te juro que mi mejor chiste amargo funcionará en ocasiones desesperanzadoras si sabes entender bien su silencio, el que casi siempre represento en todas ocasiones sin que todos logren entender bien, aunque traten de entender en su propia forma de verlo todo, que es respetable y graciosa por lo imaginativa, pero no aceptable. Debes entender, querida, producto de mi egoísmo idílico, concepto entrado en la categoría de: quisiera que siempre dominara en mí la emoción de un nuevo milagro, de la paz en las lágrimas, de mi grito de gozo, de fuerza, de ánimo...de la eterna búsqueda de aventura debido a lo nostalgia de lo desconocido, la que solo tú me comprendes. ¿Sabes? Todo se entiende mejor cuando se conoce el ritmo de la conversación, del diálogo: las bases que le dan la forma del agua a cada palabra cargada de otros miedos más, porque, hasta ahora, no conozco a alguien sin un poco de miedo en su voz...pero, interprétese (con riesgo) de cualquier forma, esperanzado por descubrir algo nuevo. Ahora entenderás el porqué de mis posibles taquicardias por el miedo a no encontrarte a tiempo, desesperado en mi juventud por encontrar la alegría duplicada.
sábado, 25 de junio de 2016
domingo, 19 de junio de 2016
Meditaciones
¿Y en qué momento crees tú que es pertinente bailar sobre los filos de las ventanas?
¿Cuándo te ataque el éxtasis de alguna impertinencia dentro de tu cerebro hacia tu sexo?
¿Cuándo recojas tu aliento en pipas y vasos?
¿Cuándo llores desconsoladamente el hecho de no saber vivir bien?
¿Cuándo hables a solas con tu reflejo, confundiéndote?
¿En qué instante crees tú que sea necesario vaciarse totalmente?
¿Cuándo, después de escavar, veas que tus tripas/corazón son solamente palabritas ahogadas?
¿Cuándo te atormente la memoria?
¿Cuándo tu peor enemigo se refleje en tu pereza?
¿Cuándo ya no te baste el odio, la ira, la tristeza, el coraje...para crear?
¿En qué momento crees tú que es bueno hacerle el amor a la vida?
¿Cuándo creas que el arte nace de repente, como las mentiras?
¿Cuándo pienses que las palabras simplemente fluirán en tu extinto manantial?
¿Cuándo te veas destruido por tu mediocridad?
Tu alma dará su último aullido cuando te veas muerto por tu propia mano
solamente por seguir las órdenes de turno.
Entrégate por completo a la duda y al vacío
verás que tu viaje en vértigo animará de nuevo a tu mente deshecha
la destruirá
la renovará
y sólo en ese instante
cuando nuevamente seas libre de todo, inclusive de tus propias cadenas
solamente ahí
dejarás de ser eco
para convertirte en grito.
¿Cuándo te ataque el éxtasis de alguna impertinencia dentro de tu cerebro hacia tu sexo?
¿Cuándo recojas tu aliento en pipas y vasos?
¿Cuándo llores desconsoladamente el hecho de no saber vivir bien?
¿Cuándo hables a solas con tu reflejo, confundiéndote?
¿En qué instante crees tú que sea necesario vaciarse totalmente?
¿Cuándo, después de escavar, veas que tus tripas/corazón son solamente palabritas ahogadas?
¿Cuándo te atormente la memoria?
¿Cuándo tu peor enemigo se refleje en tu pereza?
¿Cuándo ya no te baste el odio, la ira, la tristeza, el coraje...para crear?
¿En qué momento crees tú que es bueno hacerle el amor a la vida?
¿Cuándo creas que el arte nace de repente, como las mentiras?
¿Cuándo pienses que las palabras simplemente fluirán en tu extinto manantial?
¿Cuándo te veas destruido por tu mediocridad?
Tu alma dará su último aullido cuando te veas muerto por tu propia mano
solamente por seguir las órdenes de turno.
Entrégate por completo a la duda y al vacío
verás que tu viaje en vértigo animará de nuevo a tu mente deshecha
la destruirá
la renovará
y sólo en ese instante
cuando nuevamente seas libre de todo, inclusive de tus propias cadenas
solamente ahí
dejarás de ser eco
para convertirte en grito.
En mi amargura
Ya no quiero saber más de las fotografías
tampoco de los vídeos
no me importa saber que todos somos capaces de retratar la realidad
supuestamente convirtiéndonos en artistas.
¿Y el dolor?
¿Y la furia de no saber encontrarse o de encontrarse totalmente perdido?
¿Dónde está la verdadera emoción de la sorpresa?
¿Por qué pienso que con una cámara en la mano tengo status de artista?
¿Artista?
¿Cuál?
¿Tengo la fuerza para encaminar mi vida hacia el arte?
En esta no existe la gratificación ni el cielo
es dolorosa y llena de grandes abismos
su tiempo es el desconcierto
y su vida se mueve alrededor de lo vacuo e inexplorado.
Ya no quiero más ojos
y si los acepto
quisiera ojos nuevos, rotos, impacientes, melancólicos.
No quiero ver más retratos falsos
con las imágenes religiosas tenía suficiente
pero los nuevos altares
son móviles, portátiles, accesibles y llenos de ego
como todo buen dios
nos morimos por algo de gratificación y de afirmación
de cariño mediado por mentiras.
Lo instantáneo me mata
la despersonalización es frecuente
y todos están contentos
mientras se sonríen en las pantallas de sus celulares
luego
todo
regresa de golpe.
No hay imagen
estática, movil, silente, sonora
que me salve
que nos salve
de nosotros mismos.
tampoco de los vídeos
no me importa saber que todos somos capaces de retratar la realidad
supuestamente convirtiéndonos en artistas.
¿Y el dolor?
¿Y la furia de no saber encontrarse o de encontrarse totalmente perdido?
¿Dónde está la verdadera emoción de la sorpresa?
¿Por qué pienso que con una cámara en la mano tengo status de artista?
¿Artista?
¿Cuál?
¿Tengo la fuerza para encaminar mi vida hacia el arte?
En esta no existe la gratificación ni el cielo
es dolorosa y llena de grandes abismos
su tiempo es el desconcierto
y su vida se mueve alrededor de lo vacuo e inexplorado.
Ya no quiero más ojos
y si los acepto
quisiera ojos nuevos, rotos, impacientes, melancólicos.
No quiero ver más retratos falsos
con las imágenes religiosas tenía suficiente
pero los nuevos altares
son móviles, portátiles, accesibles y llenos de ego
como todo buen dios
nos morimos por algo de gratificación y de afirmación
de cariño mediado por mentiras.
Lo instantáneo me mata
la despersonalización es frecuente
y todos están contentos
mientras se sonríen en las pantallas de sus celulares
luego
todo
regresa de golpe.
No hay imagen
estática, movil, silente, sonora
que me salve
que nos salve
de nosotros mismos.
sábado, 11 de junio de 2016
Quickie
Apresurados se encuentran
el hambre y la espera
sin saber como comenzar
ni en qué lugar reunirse.
Gobernados por la inconsciencia
corren hacia el cielo
esperando encontrar a las almas silenciadas
encerradas
solamente para que el ruido no les atraviese el recuerdo.
Comienzan a quitarse las dudas y el miedo
se avecinan a territorio nuevo
inexplorado
el desconcierto del no lugar
el hambre y la espera se reúnen frente a un espejo
y se mueven al compás del peligro.
el hambre y la espera
sin saber como comenzar
ni en qué lugar reunirse.
Gobernados por la inconsciencia
corren hacia el cielo
esperando encontrar a las almas silenciadas
encerradas
solamente para que el ruido no les atraviese el recuerdo.
Comienzan a quitarse las dudas y el miedo
se avecinan a territorio nuevo
inexplorado
el desconcierto del no lugar
el hambre y la espera se reúnen frente a un espejo
y se mueven al compás del peligro.
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